sábado, 26 de junio de 2010


Era una noche lluviosa.
Cuando él llegó a mi vista.
Parado en la calle,
sin paraguas ni saco.
Entonces me paré a su lado,
y le ofrecí un paseo.
Él aceptó con una sonrisa,
y conducimos un rato.
No le pregunté su nombre,
a este muchacho solitario en la lluvia.
El destino me dijo que está bien,
esto es amor a primera vista.

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