miércoles, 9 de junio de 2010


No me maldigas
cuando comento una ocurrencia
porque el silencio no es dorado.

Mi lengua habla de tranquilas y
reservadas cosas,
una vez oí tus palabras,
ellas pueden colocarte en un bando,
mis palabras pueden molestar
pero al menos hay una reacción.

Algunas veces quiero matar,
algunas veces quiero morir,
algunas veces quiero destruir,
algunas veces quiero llorar,
algunas veces me vuelvo rencoroso y
algunas veces no podría hacer ni una mierda.

Así envio esta canción a los ofendidos,
dije lo que quería decir y nunca simulé otra cosa.
Como hacen otros intentando agradar.

No me condenes cuando tengo ocurrencias...

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